El seguro de vida a término es el más simple de todos los seguros. El asegurado selecciona un monto de cobertura y define por cuántos años mantendrá la póliza. Este tiempo puede variar de un año a 30 años.

Si un asegurado elige un plazo de 5 años, al vencimiento de este plazo, puede verse en la necesidad de renovar la póliza, cambiarla o simplemente dejar que expire.

Una de sus grandes ventajas suele ser el precio, ya que está comprando el seguro por un período determinado, las primas suelen ser exactamente la cantidad que necesita la aseguradora para cubrir el costo de tu póliza y no hay cargos extras que sustituyan el precio futuro del seguro.

Debido a que el seguro de vida a término es solo un seguro de muerte, se usa para cubrir hipotecas (garantiza que el banco recibirá su dinero), pago a las familias (tras la muerte de la persona asegurada, su familia generalmente recibirá el pago del funeral y en algunos casos obtendrá algo de dinero), pago de deudas.

El beneficio por muerte se pagará si el asegurado fallece. Si él/ella no muere durante el período de cobertura, no se pagan reclamos y se debe redactar un nuevo contrato.

El seguro de vida a término es el tipo de seguro más asequible porque es temporal y no acumula valor en efectivo dentro de la póliza con el tiempo. El seguro de vida a término es “pura protección”, no una inversión.

El seguro de vida a término es la forma original de seguro de vida y es diferente al seguro permanente porque sus tarifas no aumentarán y hay un contrato a término fijo que terminará en el futuro.